Antes de tomar la gran decisión, Albert Arranz había recibido 3 propuestas para trabajar en Mews. Nacido en Barcelona, trabajó como director general en el Golden Tulip de su ciudad natal y era reticente a pasarse al otro lado de la hostelería.    

Pero desde el momento en que finalmente dijo que sí, no se arrepintió de nada, y ya lleva en el equipo de Mews más de tres años y medio, actualmente capacitando a nuestros clientes como Senior Customer Success Manager. Conversamos con Albert sobre su historia en Mews y le preguntamos qué le diría a aquellas personas que estén pensando unirse al equipo. 

Esta es la tercera entrevista de nuestra serie de historias en español. Te invitamos a leer la historia con efecto bumerán de Francesco y la increíble entrevista a Guillermo, quien decide vivir fuera de la red. 

 

¿Cómo era tu vida antes de unirte a Mews? 

Hace más de 3 años y medio que formo parte de Mews, pero he trabajado en la industria hotelera durante más de 20 años, toda una vida. Comencé mi carrera en un hotel en Barcelona, luego en Punta Cana, más tarde en Ibiza y luego regresé a Barcelona. Creo que es importante experimentar con distintos estilos de hostelería.   

Lo más lindo de mi último proyecto en Barcelona fue que estuve allí desde el principio, desde que el hotel estaba en construcción. ¡Fue una experiencia maravillosa! 

 

¿Cómo comenzaste a trabajar en Mews? 

Todo comenzó con una llamada de Ildefonso. Le conocía desde hacía tiempo y a veces quedábamos para cenar y ponernos al día. La primera vez que nos vimos después de que se uniera a Mews me contó cosas estupendas y me dio un poco de envidia... 

Pero no era el momento para unirme a la empresa, todavía tenía que resolver algunas cuestiones en el hotel. Fue durante otra cena a fines de 2018 cuando me preguntó si quería ser parte del equipo de Mews y finalmente acepté: ¡era hora de una entrevista! 

 

¿Qué te llevó a querer ser parte de Mews? 

En parte, fue mi convicción en el poder de un PMS en la nube. Cuando trabajaba como director general en el hotel, el único lugar desde el que podía hacer mi trabajo era mi oficina en el sótano. No sabía que era posible coger tu teléfono, ir al bar y desde allí realizar check-ins y check-outs, gestionar tus operaciones, etcétera.  

Esa fue mi primera impresión de Mews: un producto brillante. Además, me llamó la atención la cultura y la ambición de los fundadores, Matt y Richard. 

 

¿Qué se siente al haber estado al otro lado de la hostelería? 

Al principio fue difícil porque estaba acostumbrado a estar en el interior del hotel. Pero ahora la parte más gratificante es que estoy en contacto con muchas propiedades distintas y puedo compartir mi experiencia pasada con ellos. Me ayuda a comprenderlos mejor. 

Solía creer que las operaciones de un hotel debían llevarse a cabo de cierta manera, pero ahora sé que existen diversas formas de hacerlo. Tal vez por la mentalidad, por cuestiones generacionales, o simplemente por aspectos culturales. Por ejemplo, tengo clientes en Italia, Bruselas, Berlín, Suecia, Dinamarca, Colombia, México, España, Portugal... Aprendes de las distintas culturas y es algo hermoso. 

 

¿Cómo te ayuda tu experiencia como hotelero en tu rol como Customer Success Manager? 

Los hoteleros aprecian mucho conversar con personas que comprenden las dificultades a las que se enfrentan. A veces me preguntan: Albert, ¿qué hacías antes?, ¿qué crees que deberíamos hacer? Buscan alguien que les asesore y yo estoy en una posición que me permite hacerlo.  

 

¿Qué le dirías al Albert del pasado cuando dudaba si unirse o no a Mews? ¿Te arrepientes? 

Le diría: ¡estoy tan feliz de que hayas tomado esta decisión! Me cambió la vida completamente.  

Soy una persona muy apasionada y cuando trabajaba en el hotel en Barcelona estaba sufriendo, no era saludable. Mews te brinda la oportunidad de encontrar un equilibrio entre tu vida, las experiencias y tu trabajo. La empresa tiene mucho que ofrecer. 

 

¿Cuál es tu experiencia con Mews en el mercado español? 

No siempre ha sido fácil. Comenzamos poco a poco y, cuando llegó la pandemia, fue todo un desafío mantener a nuestros clientes. Me alegra no haber perdido ninguna cuenta importante, pero España sufrió mucho durante la pandemia y eso nos puso las cosas muy difíciles.  

Ahora, en 2022, comienzo a sentir y ver más reacciones positivas hacia Mews en España. Cuando hablo con mis clientes, recibo comentarios como «¡Guau!, Mews está en todos lados». Nos felicitan por adquisiciones como Bizzon (artículo en inglés) y por ganar el premio a Mejor Sistema de Gestión Hotelera para Hoteles Independientes (artículo en inglés). 

 

¿Trabajas desde tu casa o en la oficina? 

Tengo flexibilidad. Me encanta trabajar desde mi casa. Creo que rindo más porque estoy más enfocado en todo. Ahora tenemos un espacio de coworking en Barcelona y una vez por semana o cada dos semanas, solemos ir a la oficina y luego a cenar, nos vemos y conversamos. Lo pasamos muy bien. De esta forma no pierdo la relación con las personas que viven en Barcelona.  

 

Antes mencionaste la cultura, ¿crees que ha cambiado la cultura de Mews con los años? 

De hecho, algunos de nosotros hemos estado comentando antes cómo ha cambiado Mews. Contratamos entre 20 y 30 personas al mes, por lo que es inevitable que la cultura cambie un poco. Pero la realidad es que esa es la parte linda, porque formas parte de ese cambio. Ya no somos una start-up, hemos crecido y las personas lo han hecho junto a nosotros. 

Algo que me encanta ver, y que veo cada vez más en Mews, es que estamos incorporando a personas procedentes de fuera del sector hotelero que son especialistas en sus propias áreas. Es estupendo tener a tanta gente que viene de la hostelería, pero también necesitamos a estos forasteros para resolver problemas de formas distintas. 

 

¿Qué le dirías a alguien que quiere unirse a Mews? 

Le preguntaría: ¿te gusta el rock’n’roll? Si te gusta, únete a Mews. No creo que encuentres muchas otras empresas en donde traten tan bien a sus empleados como en Mews. Cuando les cuento a mis amigos todas las ventajas que tengo, me dicen: ¡¿es en serio?! 

El trabajo remoto es uno de los principales beneficios. Puedo trabajar aquí, en Barcelona, puedo ir a casa de mis padres y trabajar desde mi ordenador portátil o puedo irme una semana a Mallorca y trabajar desde allí. Sin preocupaciones. La flexibilidad con las vacaciones también es muy importante. Nos dan una tarjeta de Thanks Ben con un monto mensual para gastar en lo que queramos, nunca había visto algo así.  

Pero lo más importante es la flexibilidad de horario laboral. No importa si comienzas a trabajar a las 9 o a las 8:15. No importa si debes llevar a tus hijos al colegio o si están enfermos y tienes que ir a recogerlos. Mews te da toda la flexibilidad que necesites. 

 

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