Si estás pensando en alquilar tu propiedad a turistas, probablemente te has preguntado cómo funciona todo el tema de la licencia de alquiler vacacional. Este permiso te ayuda a garantizar que tu actividad sea completamente legal y segura.

En este artículo, veremos de manera sencilla todo lo que necesitas saber sobre esta licencia: qué es, para qué sirve, quién puede solicitarla, qué necesitas para conseguirla, y qué pasa si decides alquilar sin ella. Además, te daremos algunos consejos importantes para evitar complicaciones.

Vamos a por ello.  

Índice de contenidos

¿Qué es la licencia de alquiler vacacional?

Una licencia de alquiler vacacional, también conocida como licencia turística, es una autorización oficial que permite a los propietarios alquilar sus viviendas con fines turísticos.

En España, la regulación de estas licencias varía según la comunidad autónoma en la que se encuentre la propiedad. Cada comunidad tiene la capacidad de establecer sus propios requisitos y condiciones para conceder la licencia, lo que significa que los propietarios deben asegurarse de cumplir con las normativas específicas de la zona en la que desean alquilar.

Además, los ayuntamientos pueden aplicar normativas adicionales en áreas con alta demanda turística, como restricciones de uso o limitaciones en el número de licencias disponibles.

Contar con esta licencia es esencial para operar legalmente en el sector y garantizar que la vivienda cumple con los estándares exigidos por las autoridades. También, es una forma de asegurarse que estás contribuyendo de manera responsable al sector turístico, respetando tanto las leyes como el bienestar de los vecinos y los huéspedes.

la licencia de alquiler vacacional

¿Para qué sirve esta licencia?

La licencia sirve como una herramienta legal que garantiza que los propietarios de viviendas cumplan con las normativas locales y regionales al ofrecer sus propiedades como alojamientos turísticos.

Su principal función es regular la actividad para proteger tanto a los turistas como a los residentes locales, asegurando que las viviendas cumplan con estándares mínimos de calidad, seguridad y habitabilidad.

Además, esta licencia ayuda a controlar el impacto del turismo en determinadas áreas, promoviendo una convivencia equilibrada entre visitantes y comunidades locales. También, para los propietarios es fundamental contar con la licencia para evitar sanciones legales y operar con total transparencia en el sector turístico.

¿Quién puede obtener la licencia de alquiler vacacional?

Para obtener una licencia de este tipo en España, es imprescindible ser el propietario legal de la vivienda que se pretende alquilar con fines turísticos. Esto significa que la persona interesada debe estar registrada como titular en el Registro de la Propiedad o, en su defecto, contar con la autorización expresa del propietario si el solicitante es un gestor o intermediario.

Además, la vivienda debe cumplir con los requisitos establecidos por la comunidad autónoma y el ayuntamiento correspondiente. Esto incluye aspectos relacionados con la seguridad, la habitabilidad y, en muchos casos, la ubicación. Por ejemplo, en algunas ciudades o regiones se aplican restricciones específicas en zonas con alta densidad turística.

También es importante tener en cuenta que no todas las viviendas son aptas para obtener esta licencia. En algunos casos, las normativas locales pueden limitar el número de licencias otorgadas o excluir ciertos tipos de propiedades, como apartamentos en edificios que no han sido autorizados para uso turístico.

Los requisitos para obtener la licencia de alquiler vacacional

Antes de comenzar a alquilar tu propiedad con fines turísticos, es clave verificar si la normativa local permite el uso turístico en la zona donde está ubicada la propiedad, así como confirmar si los estatutos de la comunidad de vecinos imponen restricciones al respecto. 

Una vez hecho esto, tienes que seguir los siguientes pasos para obtener la licencia y regularizar la actividad turística de tu propiedad:

Presentar la Declaración Responsable

El primer paso consiste en notificar al ayuntamiento correspondiente tu intención de usar la vivienda como alojamiento turístico. Esto se hace mediante una declaración responsable, en la que debes incluir:

  • Información básica de la propiedad y del propietario.
  • Capacidad máxima de ocupantes.
  • Periodo durante el cual se ofrecerá el servicio.
  • Forma de gestión (propia o a través de terceros).

Junto a esta declaración, generalmente se deben presentar documentos como:

  • Comprobante de pago de tasas administrativas.
  • Cédula de habitabilidad o licencia de primera ocupación.
  • Seguro de responsabilidad civil, que variará dependiendo de la región.

Inscribir la vivienda en el Registro de Turismo

Una vez presentada la documentación inicial, será necesario registrar tu propiedad como alojamiento turístico en el Registro de Empresas y Actividades Turísticas de tu comunidad autónoma.  

Esto te permitirá obtener el número de inscripción, que es obligatorio incluir en cualquier promoción de tu propiedad en portales web o anuncios.

vivienda en el Registro de Turismo

Cumplir con los requisitos técnicos y legales

La propiedad debe cumplir con las normativas locales y autonómicas específicas, que pueden variar considerablemente según la ubicación. Entre los documentos adicionales que podrías necesitar se encuentran:

  • Certificación de eficiencia energética.
  • Informe técnico que acredite el buen estado de la edificación.
  • Seguro que cubra posibles incidentes y protección contra incendios.

Declarar la actividad ante la Agencia Tributaria

Una vez que obtengas la licencia, es obligatorio declarar la actividad ante Hacienda. Esto incluye registrarte en el epígrafe correspondiente según el tipo de servicios que ofrezcas.  

Por ejemplo, si tu alojamiento incluye servicios de hospedaje (limpieza o lavandería), deberás inscribirte en el régimen de "alojamientos turísticos extrahoteleros". Si no prestas estos servicios, se considerará como "alquiler de vivienda".

¿Se puede alquilar sin licencia?

Lo primero que hay que tener en cuenta es que alquilar una propiedad con fines turísticos sin contar con la licencia correspondiente no es legal. Las normativas en España exigen que todas las viviendas de uso turístico (VUT) estén registradas y cumplan con los requisitos autonómicos establecidos para operar de forma legal.

Alquilar sin licencia puede llevar a importantes sanciones económicas. Las multas por operar sin autorización suelen variar según la comunidad autónoma, pero en algunos casos graves pueden alcanzar hasta los 600.000 euros. Además, algunos municipios están intensificando los controles para garantizar que todas las propiedades turísticas estén reguladas.

Si bien puede ser tentador alquilar sin completar los trámites, es importante recordar que contar con una licencia no sólo evita sanciones legales, sino que también puede evitar problemas con los vecinos y prevenir exposiciones a demandas por parte de los huéspedes.

Además, debes tener en cuenta que la mayoría de las aplicaciones de reservas más populares, como Airbnb o Booking, exigen a los propietarios que cuenten con una licencia para poder listar la propiedad en sus plataformas.

En algunos casos, incluso te solicitarán el número identificativo de la licencia, para poder registrarte. Si no lo tienes es probable que tu anuncio sea eliminado o que directamente no puedas publicar la propiedad.

Conclusión

En resumen, obtener una licencia de alquiler vacacional es un requisito legal que no debería pasarse por alto. Operar dentro de la legalidad no sólo protegerá tus intereses como propietario, sino que también contribuirá a profesionalizar el sector turístico y mejorar la experiencia de quienes visitan tu región.

Aunque el proceso puede parecer complicado al principio, con una buena planificación y conociendo los pasos necesarios, es posible regularizar tu vivienda y empezar a disfrutar de los beneficios que este tipo de alquiler puede ofrecer.

Recuerda que cada comunidad autónoma tiene sus propias normativas, así que siempre será útil acudir a las autoridades locales o buscar asesoramiento profesional para despejar cualquier duda. Al final, un alquiler bien gestionado y dentro de la legalidad es una inversión en seguridad y tranquilidad a largo plazo.