Las cadenas hoteleras independientes no deben confundirse con las cadenas hoteleras generales. Mientras que los hoteles independientes tienden a ser más especiales y no pertenecen a ningún grupo, cada vez más cadenas están empezando a adquirir este tipo de hoteles para diversificar su oferta. La principal ventaja de una cadena hotelera es la fiabilidad, en el sentido de que, vaya donde vaya, el huésped sabrá qué esperar, generalmente un servicio de alto nivel. La principal desventaja suele ser la estandarización excesiva.
Por otro lado, el beneficio principal de los hoteles independientes es que están más personalizados y suelen adaptarse a un público objetivo concreto. Entre sus desventajas, suelen ser más caros y exclusivos. Veamos más en detalle la diferencia entre estos dos tipos de hoteles y descubramos si estas dos estructuras pueden competir. Empecemos.
Índice de contenidos
¿En qué se diferencian los hoteles independientes y las cadenas hoteleras?
El consumidor de hoy es cada vez más exigente, lo que ha inspirado una oferta más personalizada y variada en el sector hotelero. Esta expansión busca satisfacer las demandas tan cambiantes y adaptarse a diferentes tipos de huéspedes, dando lugar a diversas estructuras como los hoteles boutique, los hoteles independientes y las cadenas hoteleras. Pero, ¿cuál es exactamente la diferencia entre estos dos tipos de estructuras?
Estandarización frente a singularidad
Las cadenas se crean con la idea de tener una oferta estándar, incluido un diseño y una calidad que sean homogéneas independientemente de en cuál de los establecimientos del mundo se aloje el huésped. Por su parte, los hoteles independientes se enorgullecen de su singularidad, es decir, se esfuerzan por ofrecer una experiencia única y auténtica en cada hotel.
Una de las formas en las que los hoteles pueden asegurarse de ofrecer un servicio especial es mediante un análisis de la competencia. Este les ayuda a detectar qué están haciendo otros hoteles de la zona con una oferta similar, de forma que puedas competir gracias a tus ventajas.
Personalización frente a estándares de marca
Otro factor diferenciador es el hecho de que los hoteles independientes se centran en el huésped individual, buscando anticiparse a sus necesidades y superar las expectativas en cuanto al servicio. Suelen crear perfiles de cliente para registrar sus preferencias y adaptar los servicios, especialmente para visitantes recurrentes. Este toque personalizado de simplemente conocer a sus huéspedes les da una ventaja competitiva única.
Por otro lado, las cadenas hoteleras tienen un nivel de servicio extremadamente alto, aunque tienden a ofrecer un enfoque más estándar en la atención al cliente, atendiendo las necesidades de estos a medida que van surgiendo y garantizando profesionalidad y un servicio de calidad en toda la cadena. Dicho esto, las cadenas suelen tener un carácter menos personal y centran su marca en el estándar, en lugar de adaptarse a lo que quiere cada huésped individualmente.
Originalidad frente a uniformidad
Otra diferencia fundamental entre cadenas y hoteles independientes es que estos últimos se centran en la originalidad en todos los aspectos de su hotel, mientras que los primeros se centran en la uniformidad. Esto deja poco margen a la creatividad, y crea una sensación de que todo es igual en cualquier parte del mundo.
Por otra parte, en un intento por ser originales, los hoteles independientes deben ser creativos en su diseño, en lo que ofrecen, en sus elementos decorativos, propuesta gastronómica y en todos los aspectos del concepto del hotel. Esta originalidad suele ser el factor decisivo a la hora de que un huésped opte por quedarse en un establecimiento más pequeño y especial.
Precio
Todos los hoteles se fijan en la rentabilidad, pero las cadenas se centran más en conseguir el mayor beneficio posible por cada habitación. Enfocan sus esfuerzos en la cantidad para conseguir este objetivo y, por esta razón, pueden ser más competitivas en cuestión de precios. Las cadenas suelen seleccionar la ubicación del hotel cuidadosamente debido a su atractivo. Por ejemplo, en Barcelona podríamos encontrarnos una cadena en Las Ramblas, mientras que un establecimiento hotelero más pequeño se situaría en una ubicación más especial.
La experiencia general
Existe una diferencia significativa en la experiencia que ambos hoteles ofrecen. Los hoteles independientes pueden usar tecnología para crear una estancia del huésped fluida, mejorando su experiencia y ofreciendo la posibilidad de un servicio 24/7. Como suelen ser hoteles para una sola estancia, esto implica que pueden centrar toda su atención y recursos en ofrecer la mejor experiencia posible, adaptándose constantemente para mejorar todavía más el servicio.
Por otra parte, las cadenas, al formar parte de un conjunto, buscan una experiencia estandarizada que será la misma en toda la colección de productos de la marca. Esto significa que pueden quedarse cortos en algunos aspectos de la experiencia del huésped.
Estrategias de marketing y distribución
Otra diferencia clave está en las estrategias de marketing y distribución. Mientras que un hotel independiente puede ser original y adaptar sus estrategias como quiera, las cadenas deben adherirse a la estrategia global de la cadena. Esto deja poco margen para la creatividad en cada establecimiento a nivel individual. Además, los hoteles independientes no tienen que contribuir con beneficios o pagar tasas de marketing a la cadena, lo cual supone una menor carga de costes.
¿Son los hoteles independientes capaces de competir con las cadenas hoteleras?
Hemos explorado las diferencias entre estos dos tipos de estructuras, pero puede que aún te sigas preguntando si hay alguna forma de que compitan. La clave para conseguir una ventaja competitiva es ofrecer una experiencia única que no pueda replicarse en ninguna otra estructura.
Otra forma de competir con cadenas es en el nivel de servicio que ofrecen y en lo que respecta a un público objetivo personalizado. Al segmentar de forma correcta la oferta del hotel para un público objetivo específico, pueden competir mejor con otras cadenas. Por supuesto, es menos probable que puedan competir en precio, pero la calidad y el tipo de oferta son buenos aspectos en los que centrar esfuerzos.
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Conclusión
Hemos explorado las diferencias entre estos dos tipos de estructuras y hemos visto si son capaces de competir entre sí. Por un lado, los hoteles más pequeños y especiales no lo tendrán fácil para competir en precio, pero sí pueden destacar desarrollando una oferta única, en una ubicación incomparable con un servicio impecable.
Y lo que es más, al crear una oferta bien dirigida y muy segmentada para una audiencia de nicho, será más fácil captar clientes que no les importe demasiado el precio, pero busquen una experiencia más especial. Las cadenas, por otra parte, pueden ser más competitivas en precio, y ofrecer una sensación de fiabilidad que les resulte atractiva a un público objetivo más amplio.
Autora
Eva Lacalle
Eva atesora más de una década de experiencia internacional en marketing, comunicación, eventos y marketing digital. Cuando no está trabajando, probablemente esté haciendo surf, bailando o explorando el mundo.
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